El perfil ambiental se ha convertido en un criterio decisivo tanto en la compra pública y privada como en la elección de los consumidores.

Para acreditarlo y comunicarlo, las empresas disponen de distintos mecanismos, entre los que destacan las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), elaboradas conforme a la Norma Internacional ISO 14025. Esta norma establece los requisitos que deben cumplir las DAP, incluyendo la verificación por tercera parte. En el caso de los productos y servicios de construcción, se aplica además la Norma Europea EN 15804, que armoniza y reconoce la información ambiental en todo el ámbito europeo.

Las DAP (Environmental Product Declarations, EPD) ofrecen un perfil ambiental transparente, verificable y comparable, basado en datos cuantificados del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) conforme a estándares internacionales. Gracias a ello, permiten identificar y destacar productos verdaderamente respetuosos con el medio ambiente.

El ACV en el que se sustentan las DAP debe elaborarse siguiendo Reglas de Categoría de Producto (RCP), publicadas como norma técnica o por un programa reconocido. Estas RCP garantizan criterios coherentes y comparables dentro de cada familia de productos con funciones equivalentes.